Estrategias para fomentar el hábito lector en la
biblioteca (Opinión)
“En las bibliotecas escolares cada bibliotecario puede desarrollar un plan de
lectura para su escuela”
Dra. Hilda E. Quintana
Dra. Matilde
García-Arroyo
escritura.lectura@gmail.com
“¿Y por qué leemos y nos importa tanto que otros lean? Porque en cada
página leída y que hacemos leerse se construye el pensamiento”.
- Mempo Giardinelli
Todos sabemos que la escuela tiene la responsabilidad primordial de formar
lectores. Sin embargo, su rol principal se ha quedado circunscrito a la
enseñanza de las competencias lectoras y no al desarrollo del amor y aprecio por
la lectura. La escuela excluye el disfrute y deleite de la lectura y
principalmente solo se dedica a enseñar la parte mecánica del proceso lector y
las destrezas que debe poseer una vez que se domina esa mecánica. Esta es la
razón por la cual muchos de nuestros niños asocian la lectura exclusivamente
con la actividad escolar. Por ejemplo, se lee para identificar los adjetivos en
un texto o para identificar todas las palabras que tienen que ver con la
naturaleza en otro. Estas actividades son muy comunes en los textos escolares y
son a los que se exponen principalmente nuestros niños en la escuela.
Quizás, por eso, nosotras no somos muy partidarias de los textos escolares,
especialmente en las materias que enseñamos. Los libros de la clase de Español y
de Inglés muy a menudo cuentan con lecturas que han sido escritas especialmente
para estos libros y tienen como propósito “enseñar” alguna destreza o practicar
alguna regla que se ha discutido previamente. En otras palabras, estos textos
muchas veces no cuentan con lecturas auténticas. La literatura estudiada nos
dice que los niños y jóvenes deben leer textos auténticos; es decir, literatura
infantil y juvenil. Por otro lado, sabemos que muchas escuelas asignan cuentos o
novelas de acuerdo con el nivel de los estudiantes, pero en demasiadas ocasiones
los ejercicios que se asignan para discutir su lectura solo persiguen comprobar
que se ha leído. Así transcurre la vida de un estudiante en sus 12 años de
estudios y por consiguiente, poco a poco va aprendiendo a asociar la lectura con
la escuela y viéndola como una actividad aburrida, algo que nunca haría para
divertirse.
Es por esto que hoy queremos retomar un tema que en muchísimas otras
ocasiones hemos abordado por la genuina preocupación que tenemos de que nuestro
país no tiene un plan de lectura orientado a promover la lectura como una
actividad lúdica. Sin embargo, no es necesario esperar a que las autoridades
gubernamentales tomen la decisión de desarrollar ese plan. Entendemos que en las
bibliotecas escolares cada bibliotecario puede desarrollar un plan de lectura
para su escuela.
Algunas estrategias para fomentar el disfrute y deleite de la lectura
desde la biblioteca:
Celebraciones
En la biblioteca se pueden organizar diversas celebraciones, tales como: el
Día Internacional de la Biblioteca (24 de octubre), Día Universal del Niño (20
de noviembre), Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la
Mujer (25 de noviembre), Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud (2
de diciembre), Día Internacional de las Personas con Discapacidad (3 de
diciembre) y Día Internacional del Migrante (18 de diciembre), entre otros. En
estas fechas se pueden realizar exposiciones de libros, certámenes y lecturas
con temas alusivos a la celebración.
Tarjeta de membresía o carnet para
las bibliotecas escolares
Una actividad que las bibliotecas escolares pueden realizar es la de expedir
una tarjeta de membresía o carnet para desarrollar en los niños y niñas el
sentido de pertenencia. Los estudiantes deben poder tener acceso a una buena
selección de libros de literatura infantil y juvenil. Puede haber diferentes
tipos de membresía como por ejemplo una especial para los estudiantes del Club
de Lectura o los ayudantes del bibliotecario.
Actividades para padres
La biblioteca debe organizar actividades con los padres para que estos a su
vez incorporen en sus hogares la lectura por placer. De hecho, los padres deben
tener su carnet de membresía para que puedan tomar libros prestados y leerles a
los niños en el hogar. También se pueden planificar talleres para los padres,
como por ejemplo, un taller sobre cómo narrar un cuento. Por otra parte, se
pueden organizar actividades centradas en la lectura para padres y
familiares.
No dudamos en afirmar que las bibliotecas escolares juegan un papel muy
importante en la promoción de la lectura. Con actividades como las que
recomendamos y muchas otras más se puede comenzar a desarrollar en nuestros
niños, jóvenes y adultos un verdadero amor por la lectura por placer. Es
necesario que nuestros niños y jóvenes visiten y utilicen más las bibliotecas
escolares.
El artículo aparece en El Vocero.com http://www.vocero.com/estrategias-para-fomentar-el-habito-lector-en-la-biblioteca-opinion/